El sensor de silicona se monta en una carcasa de acero impermeable llenada con aceite que optimiza la medición estable y constante, con protección adicional contra vibraciones y una duración equivalente a millones de ciclos de presión. La punta de la sonda está hecha de acero de 316 l y esto permite que la sonda se coloque en contracto con el amoniaco y todos los tipos de gases corrosivos en general.